2.3.10

es la opinion de esos tres


Parecía que se las pisaba pero no. los niños son crueles. a veces suponen cosas por falta de información. Era por eso que le llamaban pereza, desgano e inclusive pajero.
La verdad era que no tenía energía suficiente para hacer todo lo que tenía que hacer durante el día.
Sus amigos en cambio jugaban y jugaban todo el tiempo y se cansaban. Pero igual aguantaban, porque los niños no se miden.
Pero era distinto y se tuvo que hacer experto en el arte de administrar las pocas energías que tenía. Respiraba pausado, caminaba lo necesario, abría los ojos y escuchaba solo cuando era imprescindible y dormía en todo momento que podía. El sueño era una parte casi fundamental en su vida, mejor dicho, el dormir. Porque poco a poco fue dejando de soñar ya que le gastaba bastante energía. Las veces que soñaba dormía más porque necesitaba recuperar lo gastado en el sueño, según lo que soñaba lo que le consumía de energía. Por eso cuando se soñaba corriendo podía estar dos días continuos durmiendo. Ya despierto sus movimientos eran suaves, totalmente económicos.





. Un día me mandó llamar o algo así. Fue una carta que me llegó a mi casa. La dirección yo no la conocía. Llegué y me atendió una mujer y me pidió que la acompañara. La casa era grande, no me acuerdo bien cuantas habitaciones atravesamos. Finalmente llegamos a un salón o algo parecido. Amplio, muy amplio. La mujer me dijo que esperara allí. El salón estaba totalmente vacío a no ser por un sillón que estaba bien lejos contra la pared. Ahí estaba él, y la mujer le hablaba al oído. La mujer me pide que me acerque y a medida que lo hago lo empiezo a analizar. Es blanco, todo blanco, sus vestimentas, su piel, todo, bien claro y blanco. Irradia como una luz. Tiene los ojos cerrados y como una sonrisa en la cara. La mujer me dice “pregunta si quiere ser parte”. No entendí que me quiso decir pero enseguida el movió una mano creo, o algo así, y ella me dijo “Váyase”. Y me fui.
 
. Yo lo descubrí de casualidad y nadie me cree. Por ese entonces trabajaba en la empresa que hace que la ciudad tenga energía. Limpiando. No entiendo mucho de esas cosas, pero ese lugar no era solo administrativo, sino que de ahí salía todo. Hacían la electricidad.
Lo importante es que ese día estaba limpiando un galpón. Era de noche y no había nadie a no ser mis demás compañeros. Fue entonces cuando llegué a la puerta que decía “solo personal autorizado”. Me cuestioné que hacer y entré. Ahí estaba él, o eso. Creo que era como una bola de luz, o algo así, pero flaca. Era largo y flaco, acostado sobre una camilla. Pelo blanco, o muy claro. Parecía estar quieto pero no estaba. Mirándolo un tiempo podías ver o  que se movía muy rápido o que lo hacía de forma muy lenta. Tenía muchos botones cerca que parece que los apretaba y cables saliéndole de la cabeza. La cabeza era como más grande de lo normal. Tenía los ojos cerrados y una expresión de seguridad. Los cables salían para todos lados, muchos, y de ahí salía la energía. Supuse que la electricidad para toda la ciudad. Parado sin saber que hacer veo que abre los ojos y me mira. Veo ojos blancos y después no me acuerdo de nada.
 
. A mi me dijeron que vive en una isla y no se mucho más. Pero se dicen muchas pelotudeces.

Estábamos en la kermés que fuimos después del bar. Y ahí estaba él, caminando como sin ganas. Con una mujer. En eso se tropieza y las luces de colores que adornan todo se apagan. La calesita se para haciendo que un niño se golpee contra el caño que agarra al caballo. Y después sigue andando y las luces se prenden. Cuando voy a ver donde está el pereza ya no lo encuentro. Solo veo un auto al que entra la mujer como apurada. La chapa del auto era ADM 112010.

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